El día empieza con una mañana cálida, se ven los rayitos del sol que entran a través de tu ventana de repente te levantas y piensas en que vas a empezar tu día con todos los ánimos, que tendrás un día excelente y que darás lo mejor de ti mismo en tu trabajo, en la escuela, en la universidad, en tu hogar.
Y es así como todos empezamos nuestro día, creo que todos nos levantamos con una actitud positiva con tantas cosas por hacer, pero en el transcurrir del día nos vamos encontrando con situaciones y circunstancias que nos afectan emocionalmente, pues puede que al salir de tu casa te encontraste con un trafico exagerado en la carretera y te impidió que llegaras a tiempo a una reunión de tu trabajo y es que te sientes un poco molesto ante tal situación, de repente discutiste con la persona a la que quieres mucho y no supiste controlarte y le dijiste cosas que no debías, estabas a punto de entrar a el aula de clases y te acuerdas que se te olvido la tarea que tenia mas porcentaje en todo el semestre y piensas que eso no puede estarte pasando justamente a ti, piensas que tu día ya se arruino y te sientes de mal humor y como consecuencia actúas de una manera que no es la correcta con los demás y es que muchas veces desquitamos el enojo que podamos tener con alguien que no tiene nada que ver con el asunto.
Pues cuando nos pasan cosas que no esperamos y que desde luego no son agradables, no sabemos de que forma actuar o que actitud tomar, muchas veces nos volvemos impulsivos ante la situación, no pensamos bien las cosas y solo decimos un par de palabras que provocaron un daño muy grande.
Y es que la vida te trae situaciones inesperadas que muchas veces no entendemos por que nos suceden, pero debemos saber que la vida no es color de rosa y que en más de alguna ocasión tendremos momentos desagradables.
Querido hermano y hermana es necesario a que aprendas a controlarte, no dejes que las cosas desagradables determinen tu estado de ánimo.
Proverbios 16:32
Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.
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