Hay momentos de nuestra vida en que pensamos que no necesitamos de ese ser supremo, que nos creo, que nos dio la vida para que nos llene con su amor, para que nos de paz, para que nos llene con su poder, para que nos fortalezca para seguir adelante, para que nos tienda la mano, para que nos sostenga cada día.
Muchas veces estamos pasando por momentos difíciles pero no dejamos que nuestro Dios nos ayude, nos de respuestas, que el nos abra las puertas que necesitamos, no dejamos que el sea quien nos de ese aliento fresco que nuestro corazón quebrantado necesita. Muchas veces no escuchamos su voz que nos dice que lo necesitamos, que necesitamos que El este de nuestro lado para poder salir victoriosos de esa situación en la que sabemos que no tenemos control.
El te conoce y sabe en que momentos ya no puedes mas, El sabe cuando tu corazón esta destrozado, El sabe cuando se te han acabado las fuerzas para seguir y renovarlas para continuar, pero muchas veces nosotros nos negamos a que El sea quien tome el control absoluto de nuestras vidas, y aunque sabemos que estamos necesitados de su presencia le cerramos las puertas.
Pero debemos de reconocer que el es el único que puede ayudarnos que el es el que nos puede dar el aliento que necesitamos para salir adelante, que no podemos caminar si el no esta junto a nosotros, que no somos nada ni podemos hacer nada si El no va con nosotros, que no podemos triunfar sin su ayuda, que nuestra vida no esta completa si el no esta en ella.
Hoy te invito a que vengas y le des el control absoluto de tu vida a Dios, que tu vida gire entorno a El, que reconozcas que lo necesitas para seguir viviendo día a día pues sin El no somos nada, que necesitas que el guie tu vida, que necesitas que El te sostenga en esos momentos en los que sientes que estas a punto de caer, y que necesitas en todo momento de su presencia.
Salmos 42:1 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti oh Dios, el alma mía
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