Génesis 25, 29-34
Y guiso Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo cansado, Dijo a Jacob: te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre edom. Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú he aquí yo me voy a morir; ¿para que, pues me servirá mi primogenitura? Y dijo Jacob: Júramelo en este día y el le juro y vendió a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y el comió y bebió y se levanto y se fue. Así menosprecio Esaú la primogenitura.
Muchas veces sin darnos cuenta menospreciamos a Dios y al regalo que nos ha dado el cual es la salvación, no le tomamos importancia verdaderamente a que somos hijos suyos pues como el enemigo anda listo para ver a quien engañar y devorar y es que muchas veces los creyentes caemos en el error de dejar botada nuestra salvación, de irnos del lado de nuestro padre y todo lo que el nos ha dado por heredad por ir tras unos minutos de placer que el mundo nos ofrece pues estos son vanos y engañosos. Amado hermano yo no se por lo que tu hasta este momento hayas estado despreciando la primogenitura que tu Padre celestial te ha dado, yo no se por lo que hasta esta hora has estado despreciando esa vida eterna que El Señor tu Dios te ha regalado por la cual no tuviste que pagar ningún precio por que simplemente fuiste escogido por El para llevar ese sello de hijo legitimo de Dios. Que triste fue como Esaú desprecio algo que le pertenecía, algo que se le había dado lo cual era muy valioso pero para el no tenia la mas mínima importancia, que triste es cuando nosotros por satisfacer los deseos de nuestra carne depreciamos el llamado de Dios, que triste es cuando te dejas llevar por el enemigo y caes en ese pecado tan fácilmente sin que te des cuenta por que El lo que quiere es robarte tu primogenitura, quiere robarte el derecho de ser llamado Hijo de Dios, quiere quitarte el privilegio de estar cerca de tu Padre, quiere robarte todo lo que te pertenece.
Amado hermano no vendas la primogenitura que tu Padre te ha dado por las cosas que el mundo tiene pues estas cosas son vanas y no te darán lo que realmente necesitas, no permitas que el enemigo te baje del lugar donde Dios te ha puesto por que eres alguien elegido por El y debes de estar donde El quiere que estés.
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