¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aun he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
Creo que muchas veces nos hemos sentido abatidos, turbados, sentimos algo que nos molesta dentro de nuestro interior, sentimos que el mundo se nos viene abajo, que todo a nuestro alrededor parece ir en nuestra contra, y es que seguramente el salmista se encontraba en uno de esos momentos de tristeza, de desesperación, de angustia y de soledad. Momentos en los que solo Dios puede hacer algo, momentos en los que el consuelo de Dios nos viene como anillo al dedo, son momentos en los que buscamos con desesperación respuestas y soluciones para lo que nos tiene tristes e intranquilos, es cuando necesitamos y anhelamos que El Señor nos llene con su paz.
Pero el salmista se dice a si mismo que no había por que turbarse, que no había por que desesperarse pues tenia esperanza en que todo eso iba a pasar, y reconoce que lo único que puede hacer es esperar en Dios, es confiar en El por que El era su Salvador y sabia que El único que lo podía librar de todo eso era Dios, ese mismo que antes había estado con El, estaría ahora pues tenia la seguridad que no lo dejaría solo.
Si, hermanitos, Dios es nuestra esperanza y venga lo que venga debemos de estar confiamos y seguros que Dios esta con nosotros de día y de noche, nunca nos ha dejado desamparados y esta no será la excepción, no hay por que turbarse, no hay por que afligirse. Dios es fiel, su bondad y su misericordia siempre estarán con nosotros, El es nuestra roca, nuestro refugio, El es quien nos levanta y nos sostiene, con El podemos permanecer seguros de todo peligro y de todo mal, no hay nada ni nadie que sea más grande y poderoso que El.
Por que pueden venir problemas a tu vida, pueden venir enfermedades, se pueden levantar tormentas y tempestades en tu vida, pero de lo que si debes de estar seguro es que tu Dios no te dejara avergonzado, no te abandonara, El es tu padre y te ama tanto que no podría dejarte solo ni un instante, no permitiría que nada malo te sucediera , que no te turbe nada, que no te angustie nada, sigue confiando en tu Dios por que El es tu Salvador, y así como estuvo con Moisés, con José, o con David así estará contigo, El tiene el control, El ya tiene resuelto todo entonces ¿Por qué turbarse? ¿Por qué angustiarse? ¿Por qué abatirse y desesperarse?
Mas bien recuerda estas palabras que dijo el salmista y dilas tu también: Espera en Dios; porque aun he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
Aca te dejo esta alabanza muy linda
Autora: Patty Abrego
Escrito Para: http://jehovaestacontigo.blogspot.com
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